Parque Los Jardinillos

PARQUE LOS JARDINILLOS. Tradición y Modernidad

Su situación en la zona norte de la ciudad de Palencia, en el núcleo de las comunicaciones de la ciudad con el resto de España, hacen del Parque de los Jardinillos el lugar idóneo para recibir a los visitantes e invitarles a adentrarse en la ciudad, no sin antes pararse a descansar del viaje ya sea en tren o en autobús. Por eso, se propone una remodelación del Parque de los Jardinillos que le proporcionen la unidad e identidad que la ciudad de Palencia necesita como tarjeta de presentación, pero sin renunciar a su funcionalidad, tanto para visitantes como palentinos, ni al carácter tranquilo que en él se respira, a pesar de su situación en el centro neurálgico de transportes de Palencia.

Para la distribución espacial, se han utilizado como ejes para dos caminos principales, las visuales desde las salidas de la estación de tren y de autobús hacia la plaza de León, donde confluyen las arterias principales que conducen al centro de la ciudad, la calle Mayor, la calle Antonio Maura, la calle Eduardo Dato y a la Avenida de la Antigua Florida. Además, se ha incorporado al diseño la línea que une el centro de la ciudad con el Cristo del Otero, uno de los hitos de la ciudad, para fijar el corazón del parque, el centro de recepción de visitantes del que parten las principales zonas del parque. Finalmente, se ha recurrido al círculo para crear las distintas zonas del parque, en referencia a arco de medio punto típico del románico, seña de identidad de Palencia.

Por otro lado, al igual que el cuadro e Germán Calvo, Alegoría de Palencia, esta propuesta quiere ser un homenaje a Palencia y sus gentes. Trazando los dos caminos principales, se consigue que los visitantes tengan, de forma imaginaria, la vista del fondo del cuadro, pues se los dirige en esa dirección, hacia el centro de Palencia y sus monumentos más representativos. En distintos aspectos de la propuesta se pueden encontrar los distintos elementos de homenaje que aparecen en el mencionado cuadro: a la mujer palentina, a las artes, al río Carrión, a la tradición agrícola, al patrimonio cultural, al misticismo y la austeridad, a la tradición histórico-religiosa y, finalmente, también a la modernidad de la ciudad.